lunes, 19 de octubre de 2009

Capítulo 12 "Desde el piano"

"DeSdE eL pIaNo"



No sabía lo que podía hacer... o mas bien, lo había olvidado.

No recordaba lo hermoso de los acordes... y lo mejor el poder de la dedicatoria...

Me embelezan, me deleitan... me recuerdan a ti...

Entonces enfurezco y deseo maldecirte...

Pero desde el piano no se ha disparado un arma de fuego...

Entonces me consuelo y te dedico lo que es tuyo....

Para ti, que lo perdiste... para ti que lo dejaste ir:



"SoLiTaiRe"

There was a man,
a lonely man...
Who lost his love
through his indifference.

A heart that cared,
that went unshared
until it died
within his silence

And solitaire's the only game in town
and every road that takes him takes him down
And by himself its easy to pretend
Hell never love again

And keeping to himself he plays the game
without his love it always ends the same
while life goes on around him everywhere
he's playing solitaire!!!

A little hope goes up in smoke
just how it goes, goes without saying.

There was a man, a lonely man
who would command the hand he's playing

And solitaire's the only game in town
and every road that takes him takes him down
While life goes on around him everywhere
hes playing solitaire!!!!

martes, 29 de septiembre de 2009

Capítulo 11 "Adiós al Encanto Tóxico"

"AdiÓs aL EnCaNtO TóXiCo"


El conjuro lanzado sobre Lady Di e Hiram De la Costa ha surtido efecto, y el Doctorcito Corazón, quien realizó el hechizo, estuvo presente en las ceremonias religiosa y civil. Posterior a ello, se irán al lejano reino del Caribe, donde el recién formado matrimonio boricuo-regiomontano, buscará reinar sobre sus propias vidas para el resto de la eternidad.


Quizá pasen muchas lunas nuevas, antes de que la Princesa de Regiolandia y el Doctorcito Corazón vuelvan a darse un abrazo, pero mientras eso sucede, la revolución sigue en pie.

Después de que concluyó la tregua otorgada por el Capitán, en honor a las nupcias reales, se ha desatado nuevamente en su interior ese movimiento revolucionario libre de magia que había comenzado meses atrás.

El repique de las campanas, emitido por un falso alarmante, en realidad produjo lo que era inevitable que ocurriera en estos tiempos de cambio. Se levantaron en armas las previamente reprimidas fuerzas carnales, alimentadas por la convencionalidad, la sed de libertad y el deseo.

El Encanto Tóxico, quien había gobernado monárquicamente todo ese tiempo, se había convertido ahora en el enemigo. Durante su dominio absoluto, mantuvo al Doctorcito Corazón en una "Paz Porfiriana", brindandole mucha prosperidad y crecimiento solo a algunos, pero manteniendo totalmente inutilizados y en vías de atrofia a otros. Durante casi 28 años, el Encanto Tóxico hipnotizó a bastantes, haciendoles creer que la vida es toda dulzura y suavidad. Durante casi 28 años mantuvo presos en un calabozo a quienes considerara sus antagonistas, y que hoy en día son quienes se levantan en su contra.

El primer ataque verdadero en contra del Imperio, se dió a principios de año, cuando el Capitán y la Capitanaza finalizaron su alianza de manera definitiva. La Capitanaza huyó a tierras lejanas y las múltiples reacciones de Enojo, Tristeza, Angustia y Desesperación del Capitán, le despertaron las ideas que se convirtieron en lo que ahora es el estandarte del movimiento anárquico.
Este primer golpe debilitó importantemente al Sistema, pero el segundo golpe, fué el que al final desató como reacción en cadena el resto:
Una Juana de Arco, que se dejara fotografiar "accidentalmente" con Doctorcito Corazón, intentó salvar los principios, la moral, la lógica, la sobriedad y la "justicia" con las que el Reino Mágico profesaba. Movilizó todas las tropas a luchar en contra del movimiento insurgente. Pero el Delfín, quien tenía intereses propios, la traicionó y ella terminó quemada en la hoguera sin pena, sin gloria y sin inspirar a nadie, pues el mundo ya había visto en la pantalla grande una versión similar interpretada pésimamente por Mila Jovovich. Así, quedándose sin una líder-profeta, las encantadoras fuerzas del bien excesivo, quedaron completamente debilitadas.

A partir de ese momento, múltiples batallas se desataron, y la carnalidad, la practicidad y la espontaneidad hicieron de las suyas. Más de 15 conquistas en aproximadamente 3 meses de lucha, ganadas batalla tras batalla. Pero la Guerra no ha sido ganada aún.

Al borde de la derrota, el Encanto Tóxico no tiene muchas opciones, si quiere subsistir, tendrá que rendirse ante las exigencias del emergente movimiento: o llega a un acuerdo con ellos, o desaparece del mapa... y la tregua por el casorio mágico le ha servido para hacer uso de todo su potencial analítico para esclarecer su final desición.

Mientras se decide a dar el paso final, pierde una batalla más este fin de semana. El despampanante tamaño colosal de aquel caballo de madera, traído desde las serenas tierras de Sinaloa como símbolo de Paz, engañó a las tropas imperiales y logró inmiscuirse en El Sistema dando un falso buen augurio a todos. Al día siguiente se descubrió el engaño, e Ingenuidad, la última gran capital, fué arrazada y ahora se desmoralizan los pocos simpatizantes que quedan y los aliados restantes flaquean ante el nuevo dominio que se avecina, un dominio bárbaro e irracional.

Es en esos momentos difíciles, en los que la rendición parece la mejor alternativa. Pero la adrenalina no solo acelera la frecuencia cardiaca, sino que agiliza los procesos intelectuales; de modo que, en medio de las tinieblas en las que estaba ahora sumergido el ya casi inexistente Palacio Encantador, surge un rayo de sabiduría con la respuesta a todas las dudas. "La propuesta" de Paz es plasmada en papel. Toda la verdad, proveniente del conocimiento Encantadoramente Tóxico estaba ahora vertido en un insignificante trozo de papel, listo para ser compartido con el enemigo. Sin embargo, Mercurio, exmensajero del imperio, ahora sirve a las tropas contrarias, entonces no hay con quien enviar el mensaje.

A muy poca distancia de ahí, el Capitán, aún más endurecido por el suceso del regalo de Culiacán, yace en una colina de Ingenuidad, la última gran capital en caer gracias al gigantezco equino. Su mirada se posa en el horizonte, donde aprecia que solo siguen en pie las urbes de Caridad y Esperanza, casi evacuadas en su totalidad. Se regocija primero de todos los logros obtenidos, luego se enorgullece de si mismo al ver superadas casi todas sus metas. Finalmente se estremece álgidamente al ver toda la destrucción que ha provocado en aras de derrocar al supuesto villano, y comienza a echar de menos a esos excesivos buenos modales, elegancia, sonrisa perfecta, porte imperial, buen gusto, comportamiento angelical y cordura desmesurada que caracterizaban, entre otras monerías, al reinado del Encanto Tóxico.

Si las tropas pudieran leer lo que en el papel de "La Propuesta" está escrito, quizá no tendrían que deshacerse de su archienemigo. Si lo pudieran leer, comprenderían que uno no es el enemigo del otro, sino que solamente son opuestos, como dos polos que se rechazan pero que necesitan de si para mantener el orden. Si lo leyeran, recordarían que ambos son uno mismo y que al desaparecer alguno de los dos se generaría un verdadero caos. Es una verdadera lástima que todo eso llegue a su fin. Esperemos que El Capitán sin Capitanaza lea esas lineas y las entienda, pues la supervivencia e integridad del Doctorcito Corazón depende de ello.

Mientras tanto, las catapultas apuntan ya a las ciudades vecinas, y el ejército iracundo se aproxima a las amuralladas Caridad y Esperanza. El arsenal en su totalidad ha sido preparado para lograr la victoria casi absoluta en un ataque simultaneo. Destruídas las metrópolis hermanas, solo quedará por tomar el gran Palacio, solo quedará decirle "Adiós al Encanto Tóxico"...

sábado, 1 de agosto de 2009

Capítulo NUEVE (Falsa alarma)



FaLsA @LaRmA


Aún recuerdo aquél día nublado y fresco de Octubre del 89. Yo cursaba el cuarto año de la primaria y la rutina estudiantil se había vuelto una cotidianeidad que me brindaba tanto seguridad como inconformidad. Ese tipo de pensamientos no deberían ser típicos para un escolar, pero la verdad, es que nunca he sido un niño normal.

Como todos los viernes, las primeras horas de clase eran las más duras y luego llegaba el recreo. Los viernes se caracterizaban por tener los recreos mas largos de la semana, nos daban diez minutos más, lo cual, en tiempo de un escolar, equivale a muchísisisisisimo tiempo. Otra característica de esos días era que en el patio central del colegio, se instalaban unos carritos que vendían paletas de hielo, SABALITOS y otras chucherías similares que pobremente recuerdo; sin embargo, ese viernes no fueron instalados tales micronegocios ambulantes, y los compañeros que los atendían no sabían el motivo por el cual no fueron requeridos para tal actividad.

Al sonar el timbre que anunciaba el fin del recreo, los más perceptivos nos dimos cuenta que había un tono raro en la voz de la directora que nos dirigía unas palabras al micrófono. Nos hablaba de orden y seguridad, pero ningún niño al que recién le han suspendido su juego, le presta atención a la responsable de tal acto terrorista.

Quizá si le hubiéramos prestado atención a “La cobra”, la más temida villana del poniente de Monterrey, algunos cuantos no hubiéramos aprendido aquella gran lección.

La dictadora-directora era amante de la limpieza, la pulcritud, el orden, los buenos modales y la superación académica y a todos los que tenía bajo su yugo, nos hacía esclavos de ellos. En aquél tiempo muchos la odiaron por todo eso, pero hoy en día, reconozco que eran esas cualidades que la convierten ahora en mis memorias en una gran institutriz. Sin embargo, esas mismas cualidades la llevaron a hacer aquél plan siniestro.

En complot con sus súbditos (maestros, secretarias, intendentes y demás personal) decidió que era momento de despertar en sus alumnos el instinto de supervivencia ante un siniestro, ya que los niños regios raramente están expuestos a terremotos, huracanes, tornados y demás. Acordó con sus cómplices realizar un simulacro con el único fin de enloquecer a propósito a al menos la mitad del alumnado.

En pocas palabras, los distraídos menores de edad, que no habían prestado atención a las insinuaciones de Cobra en su llamado al micrófono, comenzaron a gritar despavoridos cuando sonaron las sirenas de alarma de la escuela.

Como todos sabían, ese estriduloso sonido significaba que algo andaba mal y entonces saltaron de sus pupitres corriendo hacia las puertas de salida, haciendo caso omiso a las instrucciones de sus profesores.

Incluso los más ordenados, incluyendo al futuro doctorcito corazón, siguieron a la multitud hacia el patio central y luego trataron de salir del recinto por alguna de las puertas de salida, que habían sido estratégicamente cerradas con candado.

El pánico se apoderaba de casi todos, pues desconocían el motivo de la activación de la alarma. Podía ser que una bomba fuera estallar, o que un cometa iba a caer sobre ellos. Unos comenzaron a dispersar el rumor de que había un asesino dentro dela escuela y que había acuchillado a una niña de primer grado justo en el baño, otros aseguraban que un payaso con colmillos ensangrentados salió de las cloacas y había sido el responsable de tal asesinato.

Yo pensaba que todas esas teorías eran absurdas, pero definitivamente tampoco se trataba de un sismo, pues no se sentía que temblara; estaba nublado, pero no soplaba un viento increíble que me hiciera pensar en algún huracán o tornado. No había humo ni olor a quemado, así que se descartaba la idea de un incendio. Entonces, al no encontrar respuesta lógica a mis preguntas, abandoné al grupo y caminé hacia el centro del patio.

Recuerdo haberme dado la vuelta y observado como el rebaño de ovejas sin pastor seguían corriendo despavoridas huyéndole a un lobo imaginario. Corrían alrededor de toda la barda perimetral buscando que alguno de los portones estuviera abierto, mientras otros trataban sin éxito de brincar las enormes bardas y gritaban a través de los pequeños huecos de la pared pidiendo auxilio.

Al acercarme al desolado patio central, me percaté de la presencia del ser más temido por todos mis compañeros, pues despertaba más temor que el mismísimo payaso con colmillos ensangrentados que salía de las cloacas para asesinar niños en los baños.

Por alguna razón, la sonrisa en su rostro me inspiró mas seguridad que miedo, así que continué acercándome, hasta que estuve lo suficientemente cerca para entablar conversación con ella.
Antes que ella dijera nada, le cuestioné severamente: - ¿Por qué no les abre las puertas si usted tiene las llaves de todos los candados?-, a lo cuál ella respondió –Porque no hay motivo para salir huyendo de la escuela. Tu tienes el primer lugar de tu grupo, ¿sabes lo que significa la palabra SIMULACRO?- Me quedé atónito.

Acto seguido tomó el micrófono con su mano derecha y con su mano izquierda tomó mi mano derecha. Volteó hacia el cuarto de sonido, donde se habían escondido los intendentes y les hizo una seña para que se apagaran las alarmas y se encendieran las bocinas que estaban conectadas a su micrófono. Hecho esto, borró de su cara aquella sonrisa de satisfacción y endureció sus facciones. Pasó saliva y comenzó a hablar con voz firme y clara: SILENCIOOOOO!!!!, CALMAAAA!!!

Las ovejas respondieron rápidamente a los ladridos de la perra ovejera, y rápidamente formaron filas en el patio central, justo enfrente de ella. En 5 minutos, la multitud de estudiantes yacía en silencio alfabéticamente acomodada en el lugar.

Debo confesar que no recuerdo el regaño que les extendió a todos mientras me tomaba de la mano. Solo recuerdo estar pensando en lo que había pasado, en cada detalle de lo que había estado mal desde que sonó el timbre del recreo hasta ese momento. También recuerdo la cara de mis compañeros al verme tomado de la mano de esa vil harpía que había irrumpido con su paz y tranquilidad. Pero yo solo me encontraba analizándolo todo.

Han pasado 18 años desde aquel entonces, y en mi vida ya no me atormentan ni ESO, ni los coche- bomba, ni mucho menos “La Cobra”, pero a partir de ese momento y hasta ahora, se han suscitado situaciones similares en mi vida; suenan alarmas que me hacen creer que existe tal o cual circunstancia, pero analizándolas detenidamente mientras medio reacciono a ellas, aterrizo en la realidad de la que procede. Reconocido el problema, me alejo de mi reacción inicial para tomar una postura más cuerda y entonces me encuentro con alguna mano auxiliadora, amiga o enemiga que me regresa a mi realidad y me hace disipar las dudas sobre la presencia de monstruos o situaciones imposibles.

Ahora estoy agradecido con esa infame mujer, porque aún la recuerdo cada vez que se presenta ante mí una de esas falsas alarmas y procuro encontrar en mis amigos y familia, su sonrisa amable y tranquilizadora, así como su mano que me sujete a mi realidad.

Nuevamente ha sonado una falsa alarma y no he de confesar su nombre, al menos no aún. Creí con todo ese estruendo a mi alrededor, que él podía ser una persona afín a mi, pero era solo un simulacro. La vida jugó a ser “la cobra” y me lo puso enfrente, no para molestarme, sino para que me diera cuenta que tenía que estar mejor preparado para afrontar una situación así.

Ahora que dejado de correr en círculos, estoy caminado tranquilamente hacia el patio central, donde todo comenzó. Voy reconociendo las caras de los cómplices de quien encendió la alarma. Tomaré la mano de la directora, quien tiene la llave de todos los candados, y le sonreiré sin cuestionarle nada, pues ahora conozco las respuestas. Esperaré a que comience a regañar a la multitud, pero ésta vez le pondré atención y observaré la cara de cada uno de aquellos en el patio, pues entre ellos puede que se encuentre quien encienda en mí una verdadera alarma y estaré preparado para ello.

viernes, 31 de julio de 2009

Capítulo OCHO (Roy)

RoY y La LuNa MáGiCa


En su depa, localizado al sur de Monterrey, y con el más hermoso Palacio de Hierro del país como panorama en la ventana de su sala, Roy (el gran mago de Oz) ha recibido a algunos amigos para disfrutar de una deliciosa noche de viernes. Ile, Anaís, Dan, Marco y él platicaron de hartos asuntos triviales, pero divertidos.

Sara, quién no asistió a la velada por acudir a la inauguración de un nuevo bar, se ha mantenido en contacto con ellos por SMS. Sara tenía mucho que contar, pues al evento acudieron Ana Guevara, Lola la trailera, Paquita la del barrio y otras personalidades afines igual de femeninas.

El mago de Oz está algo nervioso porque en unas semanas tendrá que ir al viejo continente otra vez, y entonces visitará a Karlita, la leona cobarde.

No será la primera vez que Roy ande de aquel lado del Atlántico. Justo un año atrás, circunstancias del desamor, el engaño y la traición, lo obligaron a huir del país en un heróico autoexilio temporal que le ayudaría a meditar y comprender las causas que llevaron a aquellos seres queridos a lastimarle de tal manera. El costo fue alto, pero la recompensa fueron el perdón a los villanos y la paz interior.

Su núcleo actual le mantiene estable y felíz, aunque en el fondo sabe que le falta algo. Mientras, se ha sabido rodear de buenos amigos para sopesar el faltante que aún no ha aparecido en su vida, pero que los astros han instado que pronto ha de llegar.

A muchos kilómetros de distancia, Rocío Banquels, gran amiga de Ericka, Sergio y Greg, ha alzado su encantadora voz gitana para conjurar a la luna una vez más, como solía hacerlo en los 80’s, pero ahora para Marco: “Tú, luna mágica, ayúdale a volver junto a mi…” Han pasado 20 años, pero su inigualable voz ha surtido efecto, y en la perfecta escena multicolor de la terraza de Roy, aparece aquel “chico de la foto” que Marky conociera meses atrás.

Por alguna razón los invitados se despiden casi al arribo del amigo del doc, excepto claro, Roy.
Entre 3 la conversación se vuelve un poco más íntima, y el gran Roy confiesa al casi desconocido, una que otra historia de su pasado. Pero su confianza hacia él, que había surgido de la nada, comienza a desaparecer rápidamente cuando comenta que antes de llegar al departamento de Roy, se encontraba leyendo un libro.

Roy y Marco sabían por su amiga Sara, que el ahora intruso se encontraba en la inauguración de aquel bar, mas ninguno de ellos quiso revelarle que sabían la verdad. Viéndose el uno al otro, leyéndose las miradas, los amigos se cuestionaban las razones que lo llevaban a decirles cosas que no eran, pero igual acordaron en silencio guardarse el secreto.

La noche envejeció y los tres se dispusieron a ir a la cama… cada quien a la suya (mas vale aclararlo). Marco se quedó a dormir en una de las recámaras de visita del lujoso apartamento Sampetrino, y al despertar, recordó algunas escenas de la noche anterior, donde aquél encantador chico comenzó a perder el encanto.

Roy sabe que los mortales son imperfectos, pero aún así, coincide con la opinión de su amigo regio. Para corroborar lo pensado, los hechos hablaron por sí mismos: después de esa noche, el joven regio no buscó más al susodicho y el susodicho tampoco le buscó a él. Desapareció como era esperado, dándole a Roy toda la razón.

El consuelo de Roy es que Marco no se ha entristecido ni enojado, sabe que su amigo se encuentra ahora en un plano mucho más elevado que eso. Sabe que no se ha encapsulado en un caparazón, sino que más bien está aprendiendo de ésta FALSA ALARMA. Quizá, ésta nueva cualidad del regio sea la única que pueda envidiarle.

Pronto llegará el día en que Roy tome su avión que lo lleve a Barcelona y la luna mágica será testigo de las aventuras que él y Karlita tendrán en Montjüic, Port Olympic y Las Ramblas.

jueves, 30 de julio de 2009

Capítulo SIETE (Ileana)

"IlEaNa’S pArTy"

Las velas que Greg había colocado en toda la estancia del departamento de Roy, le parecían a Ileana un presagio de una fiesta completamente fracasada y eso la asustaba en todo momento, ya que su personalidad era un tanto obsesivo-compulsiva, y para gente como ella, las cosas tienen que salir a la perfección.

Para la ocasión, la joven regia había comprado varios atuendos, pero al final se decidió por un hermoso vestido anaranjado y rosa que le sentaba muy bien. Marco llegó justo en el momento en el que ella intentaba abrocharse el vestido y le pidió ayuda. Él amarró firme y cautelosamente los listones a la nuca y a la cintura.

Contrario a lo que ella temía, la fiesta a la luz de las velas fue todo un éxito. El único percance fue que los invitados se vieron un poco retrasados en su arribo, secundario al mal clima. Ah! Y que Greg se llenó de cenizas justo cuando al fin volvió la luz y quiso apagar soplando una vela que había sido colocada en un cenicero.

Después de la fiesta en el departamento se fueron a un bar, donde se había reservado una mesa a nombre de Ileana en el VIP, como en los viejos tiempos. En el antro, la licenciada García captó tantas miradas como era posible, pero ella solo prestaba atención a sus invitados y amigos más cercanos.


Al igual que Greg, uno de sus mejores amigos, Ileana notó que su amigo Marco había llevado un invitado a la mesa; un invitado de quien ya le había hablado, pero no conocía en persona. Como toda persona analítica, Ileana activó su status observador mientras recordaba lo que su amigo el pediatra le había contado.

Mientras Marco estaba de luto, hubo varia gente que quiso conocerlo, pero él no se encontraba de ánimos ni de hablar con sus amigos, familiares o compañeros de trabajo, así que toda esa gente recibió siempre una negativa de su parte.

Días antes de levantarse el duelo, Marco ya se encontraba completamente sobrepuesto, y nuevamente hubo gente que empezó a buscarlo. Pero como lo prometido es deuda, Marco esperó a que se cumplieran los 3 meses para levantar el luto de manera oficial.

Fue entonces que se permitió empezar a conocer gente nueva y diferente, con la mentalidad de que solamente estaba tratando una reapertura social y no una cacería por una nueva pareja. Semanas de pláticas con su consejera contribuyeron a que Marco resurgiera con mucha serenidad y convicción de lo que quería.

Por esas fechas es que reaparece el “chico de la foto”, a quien Marco había conocido un par de meses atrás. El haberse tenido agregados en el Facebook (vaya herramienta social) hizo que entablaran comunicación nuevamente.

El nuevo amigo de Marks tiene una profesión afín a la suya. También es regio, también se independizó de sus padres; su mascota resulta ser prima hermana de la mascota de Marco…

Lo que a Marco le ha sorprendido, es que éste nuevo amiguito tiene la capacidad de capturar su atención con su plática que puede pasar de lo relajada a lo profunda, así como también con su simple presencia. Le costaba trabajo creer que existiera persona con tan buena vibra, y que no fuera su amigo previamente. Por si fuera poco, cocina muy bien, y eso siempre es un plus para una persona que gusta deleitarse con riquezas culinarias.

Se presenta ante Marco una persona positiva, bien vibrada, alegre, trabajadora, independiente, inteligente, simpática y sociable… parecen los ingredientes perfectos para preparar una receta que Marco solo ha cocinado una vez, pero él aún no se ha dado cuenta. Parece ser que ha pasado muy poco tiempo desde que se sentía mal, y esa es la causa de que no lo haya descubierto aún.

Los días de primavera siguieron transcurriendo y pareciera que a él le agrada también la compañía del doctorcitocorazon.com, vaya ser encantador (es la verdad, no es solo por echarle porras al autor de éste blog). Le busca para comer, cenar, pasear o lo que sea. Marco se ha caracterizado siempre por saber escuchar y seleccionar lo que tiene que decir, en la universidad debieron enseñárselo, pero mas bien parece que su código genético está programado para eso y es precisamente esa cualidad lo que parece que al nuevo amigo de Marks le agrada de él.

Ileana, la mujer mas observada de la noche, conoce a fondo al doc; sabe lo que ha sucedido y también se imagina lo que está por suceder. Sin embargo, la noche de hoy no es para preocuparse, sino para disfrutarse, así que se acomoda discretamente el vestido que comenzaba a bajarse un poco y se dispone a seguir bailando con los invitados.

Parece que fue ayer cuando la lic se escondía atrás del viejo Roy, para que nadie la viera y dijera o pensara nada, y ahora, la mariposa ha salido del capullo, con sus enormes alas llenas de hermosos colores. Su evolución va más allá de su apariencia, su inteligencia le ha permitido crecer tanto intelectual como emocionalmente que ahora a todos a su alrededor cautiva, incluyendo al invitado a su mesa.

Ella, inteligente y observadora, indaga con solo presenciar la escena, cosas que a su amigo no le agradaría escuchar en ese momento, pues en el fondo ya las sabe, así que esperará a que él se las diga para aconsejarlo al respecto.

Capítulo SEIS (Greg)

GrEg'S

Alrededor había un montón de gente linda, pero Gregorio Díaz observaba cautelosamente a Marco y a su invitado. Estaba siendo testigo del ahora de una historia que había comenzado a escribirse meses atrás; antes de que vinieran Dorothy, Toto y la leona cobarde a Ciudad Esmeralda e incluso antes del último viaje de Marco a Guadalajara:

La temperatura siempre era fría en aquellos días de enero, los árboles lucían sus ramas sin follaje, y el ánimo de Marco no era precisamente el mejor. Se había mudado con dos amigos para no estar solo y no caer en un estado de ánimo más depresivo. Un par de fines de semana antes de ir a Guadalajara al Congreso de Neonatología, Marco se encontraba un poco mejor y decidió salir a divertirse al antro.

Daniel (a quien algunos aún llaman la bruja buena del norte), Mauricio y Sara decidieron acompañarlo al antro para rescatarlo en caso de que sucumbiera en el intento de divertirse. Ninguno de los tres tenía muchos ánimos, además de que se encontraban muy cansados por la fiesta de la noche anterior, pero Marco tenía que aprovechar esas inusuales ganas de salir y bailar.

No era común que Marco se separara de los amigos con los que llegaba al antro, pero por encontrarse cansados y considerando las circunstancias del Doctor Ibarra, ninguno de los tres tuvo objeción por que lo hiciera.

Esa noche habían muchas caras conocidas, Marco saludó a muchas de ellas, pero no se sintió cómodo en ninguna de las mesas a las que fue invitado. Finalmente, Angélica, a quién le habían presentado unas semanas atrás, fue quien con su buen ambiente convenció a Marco de quedarse con ella y su amiga defeña.

Intencionadamente llevó su cámara para evidenciar que ahora se encontraba muy bien, así que comenzó la sesión de fotos con ambas chicas.

Fue entonces, que la capitalina hizo de las suyas y capturó una foto de Marco y la rubia con Samuel detrás de ellos. Tanto a Angélica como a su amiga les encantó el chico para su amigo e invitado Marquitou, sin embargo, ellas no harían nada al respecto.

A Marco, a quien no le desagradó la elección de las chicas, improvisó un pretexto perfecto para entablar conversación con él; se acercó y le preguntó su nombre, puesto que ahora tenía que taguearlo en Facebook porque salía en su foto. Intercambiaron números telefónicos, direcciones de correos y tal. Acordaron verse el fin de semana que seguía en el mismo antro, pero el destino los mandó por diferentes caminos.


Marco recibió la noticia de que su ex, quien había decidido no mudarse a Monterrey por no abandonar la vida cómoda y conocida que ya llevaba en GDL, había decidido emprender vuelo a Nueva York para participar en el sueño mas grande que había tenido en toda su vida y crecer como diseñador y como director de arte, su pasión. Por obvias razones, esto regresó al doctor a un status depresivo.

En los siguientes días, Marco vivió muchas emociones que tenía mucho de no vivir. Sintió ira, impotencia, decepción, tristeza, desesperación… Perdió 5 kilos, guardó todas las fotos que le recordaran el pasado inmediato, borró de su lista a las amistades tapatías, se alejó de sus amistades regias. Olvidó a las amigas de la otra noche y al chico que apareció “accidentalmente” en aquella foto.

Luego llegó el momento de enfrentarse con su realidad, pues tenía que demostrarle al mundo y a sí mismo su casta. Voló a la perla de occidente y presentó su trabajo ante miles de neonatólogos de todos lados. Encaró a su ex y se demostró que no se trataba de la misma persona. Finalmente regresó a MTY vacío de todas aquellas emociones que lo asfixiaban el mes anterior, pero lleno de nuevas fuerzas y energías.

Decidió que completaría un luto de 3 meses antes de resurgir oficialmente, y así fue. Paulatinamente fue recobrando peso y la sonrisa constante que lo caracterizaba, hasta que el 11 de Marzo se completó el tiempo estimado. Fue entonces que retomó el contacto con sus amigos y la vida nocturna que tanto le gustaba compartir con ellos. Recordó a Angélica y a su amiga, y también a aquel intruso de quien ya conocía el nombre.

El Dr Díaz Figueroa conocía toda la historia. Se preguntaba qué seguiría después de ese momento en el que Marco y su invitado se la estaban pasando muy bien y eso se notaba. Así que se salió del VIP donde se encontraban todos los del clan y el invitado de su colega, y fue a la barra por otro brandy con cola para seguir festejando a Ileana, quien lucía preciosa como siempre.

Al día siguiente regresaba a su natal Tabasco, pues solo había visitado tierras regias para la fiesta de su amiga, pero aún soñaba con no tener que regresar y poder quedarse a vivir la vida que aquí apreció desde el primer día que estuvo en Ciudad Esmeralda. No presenciaría el desenlace de esa noche para su amigo Marco, pero estaría al pendiente de ello, como el resto del grupo de amigos.

martes, 16 de junio de 2009

Capítulo 10 "La profecía"

"La PrOfEcÍa"

El amigo Roy y la amiga Nubia están por irse de Monterrey, según estaba escrito. Uno se irá a Europa por mes y medio y la otra a Indonesia por medio año. Debería estar ya acostumbrado de ver irse al extranjero a mis seres queridos, pero sigo manteniéndome renuente a cambiar esa y otras conductas mías.

Para despedir a Nubia, se ha organizado un coktail en El Riviera, el mismo día en que se hará también, pero más temprano, una fiesta de despedida en un Catamarán en La Boca para Daniel, otro amigo que se va a vivir a España.


Al evento vespertino, Roy y yo asistiríamos sin falta, pero el intenso calor bochornoso de un Monterrey en pleno verano, nos hizo renunciar a esa misión para mejor disponernos a jugar Play Station en su depa antes de alistarnos para ir a lo de Nubia.

Ya de noche, la ciudad no es tan imposible, así que con atuendos ligeros y veraniegos, nos dispusimos a acompañar a Nubis en su última noche del 2009 en el país.

Como siempre, El Riviera concentró esa noche a un montón de regios coquetones. Una deliciosa cena a base de mariscos y muchas heladas bebidas embriagantes se dispusieron en la mesa reservada para la ocasión, y alrededor de ella, fueron servidos los mas deliciosos manjares: los invitados.
Después de brindar por ella y por Roy, en aquella terraza sampetrina, algunos nos trasladamos al lugar de costumbre para antrear un rato. Nos divertimos un par de horas y posteriormente Roy y yo nos fuimos a seguir el copeo a su depa.

Intenso es que a esas horas de las madrugadas, comenzamos a discutir la teoría de Nietzche que dice que aquello que distingue a los humanos del resto de los animales es su capacidad de olvidar, aunque yo me opuse severamente a esa teoría; pero el debate no nos llevaría a ningún lado, así que mejor preferimos firmar un acuerdo de paz temporal y nos dispusimos a ir cada quien a su cama a dormir y descansar.

El domingo fue de ocio. Por la noche regresé a mi depa y me dispuse a recoger la ropa limpia que faltaba por doblar y acomodar estratégicamente por colores en el ropero. Luego, llegó la necesidad de reorganizar mi escritorio, ese que uso para leer mis libros y revistas llenas de ciencia y adelantos médicos, donde también uso la laptop para contactarme con mis amigos o para subir y ver mis fotos y las de mis amigos en el facebook.

No había mucho que acomodar, pero estaban ahí, desde meses atrás, unas postales del Viejo San Juan de Puerto Rico, de Vancouver y de Madrid, que algunas de mis amistades me habían traído de sus viajes recientes. Me quise rehusar por un instante a buscar el sitio donde habría de guardarlas, pero no podía oponerme a algo que ya estaba predicho que tenía que suceder.

Meses atrás, cuando por mi sangre aún circulaba magia, había hecho un conjuro sobre aquel baúl donde guardo ordenadamente muchos de mis recuerdos, oponiéndome completamente a aquél pseudonazi que escribiera su teoría de “El Animal”. El hechizo aseguraba mi psique y mis emociones para no desestabilizarse, pues en él encerré también un pasado que en ese momento me dolía, pero que a su vez, era el que me dotaba de magia.

Él había quedado encerrado ahí, impreso en 12 fotos que estuvieron ocupando los marcos que ahora contienen fotos de mis amigos. Decreté sobre ese baúl, escondido en lo más profundo de mi closet, donde alguna vez estuve, que algún día no muy lejano habría de encontrar esas fotos y ya no me causarían dolor, y así fue.

No las ignoré, las observé una por una. Recordé lo que me llevó a buscarlas, seleccionarlas, imprimirlas y acomodarlas estratégicamente por toda mi recámara. Recordé lo que sentía en ese momento y que me llenaba de una fuerza que el día de hoy ya no siento. Recordé también cuando las sellé ahí dentro con la magia que aún me quedaba y decidí convertirme nuevamente en mortal, haciéndole caso a mis primitivos mecanismos de defensa del “yo” para no sufrir más.

Al parecer hice un buen trabajo en aquél momento; mi instinto de conservación me permitió salvar esos recuerdos, en vez de deshacerme de ellos, y eso me hace más fuerte en éste momento, porque estoy consciente de lo lejos que puedo llegar y de lo alto que puedo volar. Olvidarlo no tiene caso, mas bien, sería como estar volviendo a empezar desde el principio cada vez. Nietzche es quien está equivocado, debería recapitular desde el más allá y reescribir su teoría.

Mientras, yo sigo firme en mi convicción y declaro que así seguiré, hasta que se me presente un estudio prospectivo, comparativo, aleatorizado y doble ciego que demuestre que el olvidar es la mejor herramienta que tiene el HOMBRE EVOLUCIONADO para ser feliz. Es a donde mi naturaleza científica me conduce y le haré caso.

Si Nietzche no se retracta, entonces me da lo mismo si sigo siendo ante sus ojos un animal. Un animal que a propósito organiza y almacena sus recuerdos para accidentalmente reencontrarlos de vez en vez solo para darse cuenta de dónde es que viene y hacia donde debe dirigirse.

Algún día, Nietzche, regresará la magia a mí, y entonces podré invocarte e invitarte un trago coqueto en El Riviera o en un Catamarán, y discutiremos entonces sobre las diferencias entre los hombres y los animales, así como también los beneficios de ser una u otra cosa.

Algún día, Nietzche, ha de regresar la magia a mi… las fotos me lo han revelado…

Algún día, Nietzche, algún día… esa es la nueva porfecía

domingo, 17 de mayo de 2009

Capítulo CINCO (Lady Diana)

LaDy DiAnA




El sol está por ponerse; Monterrey se encuentra a 30 grados, pero un ligero y encantado viento del norte comienza a refrescar un poco la ciudad.

El panorama es muy diferente, en aquella esquina donde los alumnos solían sacar copias y engargolar sus trabajos ahora han puesto un inmenso seven eleven; el estacionamiento de la biblioteca ahora tiene sistema de entrada y salida automatizada, además de que ahora tiene costo. Las bugambilias y los fresnos son un poco más grandes, lo mismo que los pinos; las mesas y bancas de cantera que habían sido colocadas en la plaza central de la facultad de medicina mientras Diana y yo estudiábamos ahí, han sido sustituidas por otras de hierro forjado. Incluso el gran kiosco central ha sido retirado.

Rápidamente nos percatamos de todo esto Diana, quien al fin ha regresado a su natal Monterrey, y yo. Una mágica nostalgia inunda los momentos de ésta primera vez que nos vemos a su retorno, justo en el sitio en que nos conocimos.

En medio de esa atmósfera de cambio, al fin nos encontramos con un sitio que, en contraste, nos es completamente familiar, idéntico a la primera y última vez en que estuvimos ahí. En el ala oriente del edificio principal de la Facultad de Medicina, sigue sin cambios el jardín de Gonzalitos; una plaza que guarda la estatua en mármol y cobre de aquel ilustre fundador de la facultad y el Hospital Universitario, con su pebetero encendido y una corona de flores. Los 12 años que llevamos de conocernos la plaza, Diana y yo, no han producido cambio alguno en ella. Por obvias razones, es ahí donde decidimos quedarnos a charlar un rato.

Diana y yo tenemos tanto de que hablar que resulta imposible contenerlo en el poco espacio de tal plaza al aire libre y en el poco tiempo de una tarde y noche libres.

Lady Di ha culminado su regio reinado en la capital de Jalisco. Hacía 4 años había sido enviada como embajadora de Monterrey en Guadalajara, y durante su estancia fue coronada como emperatriz de todos los asuntos regios en tapatilandia. Durante ese tiempo, la reina de corazones y de glorias de leche, había conquistado el corazón de un sensual extranjero que también había sido enviado a aquella ciudad: Hiram, quien fungía como embajador de Puerto Rico en Guanatos y como sultán de todos los asuntos caribeños en el oeste mexicano. Como ambos son de sangre azul, ninguna de las dos familias reales se han opuesto a su feliz unión.

Días atrás, la Dra Garza se había despedido de Sonia, Madame Sazú y del resto de sus damas de compañía tapatías en aquella tierra occidental, pues su ciclo en esa ciudad también se había cerrado. Su misión ahora era regresar a su natal y amada tierra para arreglar algunos asuntos y finalmente irse al encuentro de su futuro esposo en otro reino muy lejano.

Su historia no es nada similar a la mía. Yo, en cambio, no soy de sangre azul. Pertenezco a la clase burguesa y trabajadora, con las comodidades obtenidas solo del esfuerzo realizado. También estuve en aquella ciudad jalisciense, pero mi historia de amor no fue la de un cuento de hadas. Aún así, la realeza regio-caribeña ha decidido tenerme en su corte, y con eso es más que suficiente para mí.

La luna ha empezado a brillar y Su majestad, Diana Garza de la Garza y Garza, ha retomado el tema Houston, pues ella ya había expresado que tenía que ir a arreglar algunos asuntos personales. Nuevamente tendrá que fungir como embajadora. Ésta vez la he nombrado embajadora de todos mis buenos deseos y buena vibra para mis grandes amigos Jorge y Lily, a quienes años atrás presenté con Diana.

En su carruaje encantado, fabricado con una naranja de Montemorelos, llegará al palacio de los Gómez-Moreno a entregar, en cofre de las más finas maderas Amazónicas, el mensaje escrito con mi puño y letra, en papel papiro traído de la rivera del Nilo, con tinta traída de Beijín y pluma de Quetzal de la península de Yucatán.

Esperemos que el hechizo de paz, salud y prosperidad, escrito para ellos en unas cuantas líneas, resulte tan efectivo como el conjuro que hice para convertir ese cítrico en el carruaje que llevará a su alteza real hasta aquella ciudad texana. Aún está cansado mi brazo por agitar mi barita Mont Blanc.

Sin mas hechizos bajo mi manga, y sin hacer alarde al rancio abolengo de mi amiga, nos damos cuenta que es momento de irse. Una vez mas, saldremos juntos por el portón de hierro forja del CRIDS; ésta vez sin fanfarrias, sin escolta real, pero con muchas otras cosas mucho mas importantes que tratar; ésta vez, en contraste con hace algunos años, no tendremos que volver, sino que volveremos cuando sintamos la necesidad de recorrer los pasillos donde alguna vez nos empapamos jugando con agua de los bebederos saliendo de clases, donde solíamos aventar a Clarita a la zanja por contarnos un mal chiste, donde nos fumábamos un cigarrillo con Eliud y con Deyanira…

Aún y cuando toda mi magia ha sido ya utilizada, por puro amor a los cuentos de hadas y a los finales felices, he hechizado un huso que he escondido en la torre más alta del castillo de la princesa regia para que sus padres, los reyes de Mitras Centro, no lo encuentren. Al llegar, subirá a la torre atraída por su típica curiosidad y sed de conocimiento y nuevas aventuras. En toda su vida no ha visto un huso, y mucho menos ha de saber para que sirve, lo cual infundirá en ella más deseo de tocarlo, y cuando eso ocurra, caerá en un profundo sueño. Dormirá por horas y horas hasta que la despierte el beso de un verdadero amor. Piojo, el Poodle de su hermana Silvia, será el encargado de darle tal beso antes de las 6:00 hrs para que ella pueda realizar su rutina de asicalamiento y llegar a tiempo a la terminal aeropuertaria de la capital del noreste mexicano.

Puff. De Médico a Hechicero. ¿Deberé cambiar el nombre de mi blog a Brujito Corazón?

sábado, 9 de mayo de 2009

Capítulo CUATRO (El mago de Oz 4)

El Mago de Oz (final)

Una gran torre anaranjada con un láser verde en lo más alto de ella se lograba ver a muy poca distancia ya. Muy cerca de esa torre, uno de los símbolos de Ciudad Esmeralda, el palacio de hierro. Y no precisamente la tienda departamental, sino la morada del mago de Oz.


En otros tiempos, el palacio era más bien un complejo industrial que se dedicaba a la fundición de acero. Fue en gran parte responsable del crecimiento y auge de la ciudad. Ahora que Ciudad Esmeralda es tan pujante, estas ruinas fueron convertidas en hogar del habitante más ilustre de todo el reino: el Gran Mago de Oz.

Tanto era el camino que habían recorrido, que las canciones con las que veían divirtiéndose habían tenido que repetirse más de 3 ocasiones. Cualquiera que los hubiera escuchado cantar lo mismo y lo mismo, hubiera pensado que se trataba del elenco de Casa de Lola, que para mala suerte de Dorothy y Toto, no abriría esa semana.

Al fin llegaron al Horno 3, nombre con el que se conocía también al palacio del mago.

Y para no hacer el cuento más largo, el mago les entrevistó rápidamente, ya que Secretaría de Salud había prohibido el hacinamiento en lugares encerrados, pues la epidemia de gripa humana estaría en su apogeo.

-¿Qué desean?- replicó el gran mago con voz áspera y fuerte.-No tengo todo el tiempo del mundo, así que hablen rápido y con calma a la vez, fuerte pero sin gritar.-

-Queremos que nos ayudes, oh! Gran mago- tomó la iniciativa la pequeña Dorothy. –Mis amigos han marchado conmigo hasta aquí pues quieren que les concedas un CORAZÓN, CORAJE e INTELIGENCIA (mientras señalaba con su dedo al hombre de hojalata, a la leona cobarde y al espantapájaros respectivamente). Por otra parte, Toto y yo queremos que nos ayudes a regresar al De Efe, que es de donde hemos venido y no sabemos como regresar.-

En cualquier otro momento, el mago hubiese seguido la trama del libro original, pero dadas las circunstancias, y tomando en cuenta los hermosos Valentino rojos de Dorothy, decidió resolverles su asunto de ipso facto.

-No se hagan goeyes. Tú, leona, eres mas valiente de lo que muchos quisieran ser, no me digas que fue sin querer que lograste irte a hacer lo que sea que estás haciendo a Barcelona. Tú, espantapájaros, siempre sabes qué hacer y qué decir, encuentras la mejor manera de alentar a tus amigos y además siempre fuiste un ñoñazo, no te hagas. Y tú, hombre de hojalata, claro que tienes corazón, si sientes que hay vacío en tu pecho, es porque así es, está listo para llenarse de quien merezca estar dentro de él.-

Dicho esto, los tres se quedaron pasmados analizando las sabias palabras del sabio mago.

-En cuanto a ustedes, Toto y Dorotea, tengo la solución aquí en mis manos… un par de boletos de Interjet, vuelo directo a la capital mexicana. Todo lo que tienes que hacer, Dorothy, es tomarlos, luego abrazar fuertemente a Toto y chocar tus talones calzados con esos preciosos zapatitos rojos mientras repites: Viva México!, viva México!, viva México!. Pero mi recomendación es que primero se den una que otra ida al antro antes de partir, porque Cd Esmeralda es EL LUGAR.-

-Gracias querido mago!- gritaron al unísono los 5.

El mago les pidió que se fueran y que deshecharan los cubrebocas que les habían sido otorgados al entrar al palacio, en el cesto de residuos peligrosos biológico-infecciosos que se encontraba justo a la salida. Como siempre, Roy el mago, despidió a su visita de una manera muy educada, pues sus modales los aprendió de la crema y nata de la sociedad de la ciudad que lo vio nacer algunos años atrás, antes de mudarse a Oz.

Felices los 5, salieron de antro con otros amigos; el mago inclusive los acompañó, hasta el hada buena del norte estuvo con ellos a veces.


Y todo cuento llega a su final, así que Dorothy y Toto se despidieron de sus nuevos amigos. Con maleta y pases de abordar en mano, Zapatillas super cool a sus pies y con muchas ganas de volver a su tierra. Dorothy abrazó fuertemente a Toto mientras se subía a su avión y chocaba los talones repitiendo tres veces en voz alta las palabras que le dijo el mago.

La leona volvió a Barcelona, el mago tuvo muchísimo trabajo que hacer, la bruja buena del norte enfermó de causas distintas a la epidemia, el espantapájaros espantó pájaras pa’ siempre y el hombre de hojalata volvió a lo suyo también; después de todo, hasta los protagonistas de los mas encantadores cuentos de hadas, llevan o tratan de llevar vidas “normales”.


(Karla "La leona cobarde", Gualy Mu "El espantapájaros", Marky "El hombre de ojalata", Dan "El hada BUENA del norte", Richi "Dorthy" y Marks "Toto")

El Fin... o mas bien... Al FiN jajaja

sábado, 25 de abril de 2009

Capítulo TRES (El Mago de Oz 3)

SeGuNdA tEmPoRaDa
Escena TRES (El mago de Oz 3)
La bruja mala de Occidente, cuyo nombre ya no puede ser pronunciado, entró a revisar su correo pues esperaba recibir actualizaciones en hechizos y pócimas. Al ver que su hermana del sur no le había escrito se metió al Facebook para ver los chismes más calientitos de sus cuatachos Maléfica, Úrsula, y otros villanos. Se enteró prontamente que la Reyna de corazones agregó como amigo al gato risón, y que éste a su vez había agregado al sombrerero loco y éste último mandó a todos sus contactos invitación para asistir a su fiesta de no cumpleaños.

En otros asuntos, leyó que Blanca Nieves ya no estaba listeada como “single”, sino que estaba “in a relationship” con un príncipe y que había tagueado a sus 7 roomies enanos en las fotos de su sepultura de cristal.

Ella seguía muy entretenida viendo las noticias de sus contactos del face cuando de la nada aparece la notificación de que su hermana, la malvada bruja del sur, había perecido…

Enfureció garrafalmente, y no tanto por la pérdida de su pariente, sino porque ella siempre quiso tener esos zapatos rojos que llevaba su hermana, y que ahora los llevaba una campesina centroamericana.

Inmediatamente agarró su escoba y se lanzó a volar en busca de aquella infame criatura capitalina para despojarla de sus zapatillas Valentino, aún cuando tuviera que asesinarla en el intento.

Casi a 1000 Km al noreste de ahí, Richi, Marky y Karlonches seguían sacudiendo sus sensuales cuerpos por Boulevard Constitución al ritmo de los más recientes hitazos poperos.

Justo pasaban por una edificación grande y abandonada, cuando los interrumpe un extraño sonido y deciden parar. Se trataba del sonido metálico de un viejo pedazo de hojalata con forma de ser humano.

-¡Miren!, parece un hombre de verdad- gritó la leona cobarde. Y en eso, otro sonido metálico que procede de ese bulto se acompaña ahora de una voz. –¡Ayúdenme, estoy sin poderme mover. Usad el aceite en mi para poder echarme a andar!-.

Inmediatamente Karlonches se aplicó a aceitar al hombre de hojalata, quien por arte de magia, comenzó a mover una a una las articulaciones de su cuerpo. –Muchas gracias, maja- expresó con una gran sonrisa en su cara el hombre de hojalata. –Me llamo Marco Ibarra, escuché rumores de unos provincianos que vienen de muy lejos en busca del mago de Oz, supongo han de ser ustedes-

-Exacto. ¿Cómo es que te enteraste?- preguntó Dorothy.

-Ah, pues, ya ves como es éste ambiente, uno se entera de todo aunque no pueda moverse del mismo lugar… pregúntenle a Dan Alanís. Lo que si les puedo decir, es que el camino puede resultarles un poco mas complicado, quizá necesiten de otro acompañante más en su viaje. Yo también quisiera pedirle algo al dichoso mago… un CORAZÓN!!!. Como se habrán dado cuenta, mi pecho está vació, y nada anhelo más que tener corazón para poder sentir.-

Dicho esto, Dorothy, Toto y la leona cobarde se alegraron más, pues habría uno mas en la caravana a Ciudad Esmeralda, y lo que es más, habría mas voces para seguir bailoteando y cantando canciones por el camino.

Cuando estaban por reanudar su andar, de lo alto de la edificación que se encontraba junto a ellos, se escuchó una voz agria y seca:

-¿A dónde creen que van con esas zapatillas?. ¡Devúelvanmelas, son mías!-

-Te equivocas bruja asquerosa de m…, éstas zapatillas me las dio la bruja buena del norte, y nada de lo que tu hagas podrá hacer que yo te las entregue and shit.- Le respondió muy enojada la capitalina visitante. –Si quieres tenerlas, tendrás que quitármelas-

Dicho esto, la occidental se lanzó encima de la pequeña Dorothy intentando arrebatarle con sus asquerosas garras los carmines que ahora llevaba en sus interlomenses pies.

-Neverela!- rugieron Toto, el hombre de hojalata y la leona. –Antes que le pongas una mano encima a la Dorothy, nosotros te ponemos una madrina bien dada.-

-jajajajaja y más ja. -Nada de lo que ustedes puedan hacerme me hace daño, lo que es más, no solo me quedaré con las zapatillas, sino que además me los voy a chupar a todos!.-

Pero la bruja no contaba con la astucia del espantapájaros, quien hizo su aparición triunfal con un T-Fal en mano, dándole con éste en la cabeza a la tipa harapienta de occidente y dejándola inconsciente en el piso. La verdad es que no es la primera vez que ella termina inconsciente en el piso, pero es la primera vez que el motivo no es una tremenda borrachera, lo mismo que su paisana Denisse de Belanova.

-Gracias- gritaron todos al nuevo héroe. –No se que habríamos echo sin tu ayuda- agregó Dorotea.

-De nada, me encanta poder ayudar. Me llamo Gualy Mu, pero mis amigos me llaman espantapájaros.-

-Hey, yo te conozco, claroooo- le dijo el hombre de hojalata al espantapájaros. –Nos tenemos en el facebook and stuff. Deberías de acompañarnos a Ciudad Esmeralda, cada uno de nosotros iremos con el mago de Oz a pedirle algo. ¿Qué dices?-

-Excelente, ahora que lo mencionas, me encantaría tener INTELIGENCIA. A veces siento que hasta las pájaras son más astutas que yo. Vamos pues, sigamos el camino amarillo, el palacio del mago no queda muy lejos de aquí-
Nuevamente tomados de la mano, y entonando canciones divertidas, los 5 amigos se disponen a partir en rumbo de la búsqueda de su felicidad. Mientras se alejan, el hombre de hojalata voltea para ver por última vez a aquella criatura que dejó atrás en el camino, pues esperaba no volvérsela a topar jamacienta.

Capítulo DOS (El Mago de Oz 2)

SeGuNdA tEmPoRaDa

El Mago de Oz 2

La Ciudad Esmeralda y el mago que vive en ella, son la esperanza de Dorothy y Toto para regresar a la capital mexicana, y es el motivo por el cual su andar es rápido a través del camino amarillo.

(Ciudad Esmeralda, Oz... vista nocturna desde el Palacio de Hierro)

Aman el aire de Oz que ahora respiran, aún y cuando no está tan denso como el de su natal De Efe. Por su camino atraviesan verdes praderas con riachuelos y alfombras de flores multicolores. Toto comienza a sentirse un poco cansado y Dorothy un poco sedienta. Deciden tomar un descanso breve y beber un poco de agua de aquel estanque de agua cristalina, cuando de repente, un rugido los estremece y los hace ponerse muy alertas.

-¿Qué fue eso?- rugió Toto Aldana.

–Nada, supongo- afirmó muy poco convencido Dorothy Alchalel.

-Deberíamos echar un vistazo- dijo Toto un poco menos convencido que la aseveración de Dorothy.

Se internaron en la maleza junto a la vereda y para su sorpresa encontraron bebiendo junto al estanque de donde ellos habían bebido un poco antes, a una criatura grande y con melena castaña.

-Es un león- gruñó temeroso el desconfiado Toto.

-Ni al caso Toty, es una leona and such- le contestó su rubia amiga defeña. –Vamos a acercarnos y a preguntarle cómo se llega a Ciudad Esmeralda, pues hemos caminado por horas a lo largo de éste camino y no se ve finta de que vayamos a llegar pronto. Quizá hasta traiga coche y nos dé un aventón. Ándale Toto, no seas jotillo, vamos!-

Alchalel y Aldana se acercaron sigilosamente a la leona, pero ésta estaba de espaldas y distraída, así que no se percató de la cercanía de los turistas.

-Hola!, ¿cómo te llamas?- preguntó Dorothy dulcemente, pero la leona, quien no estaba preparada para la aparición de nadie en ese momento, pegó tremendo rugido y brincó mas alto que Tigger, quien pertenece a otro relato.

-¿Qu-qu-qu-quiénes son ustedes?, ¿qué hacen aquí?- tartamudeó la pobre leona.

-Ayyy, relájate nena, somos Dorothy y Toto- respondió el can tratando de calmarla. –Venimos de un lugar muy lejano y estamos perdidos, necesitamos llegar a Ciudad Esmeralda-. La Leona seguí perpleja, asustada, acobardada y sin poder reaccionar, aún estaba pálida por el repentino salto que se vio forzada a pegar.

-Mira, es que la bruja Dan nos dijo que el Mago de Oz es muy sabio y poderoso y que si le pedimos que nos ayude a regresar a De Efe, él nos ayudará con mucho gusto, porque él lo resuelve todo.-

-¿T-t-t-t-todo?, ¿en serio?- preguntó e hizo una pausa pensando momentáneamente en lo que le acababan de decir los forasteros. –Yo también quiero ir a Ciudad Esmeralda entonces, quiero ver a ese mago y quiero que me conceda un deseo… quiero tener CORAJE, porque soy la leona mas cobarde que haya pisado esta tierra y no me atrevo a muchas cosas. Se supone que todos los animales del reino deberían de temerme, pero más bien yo les temo a ellos. Hace tiempo me fui a Barcelona a tratar de rehacer mi vida, pero veo que no me ha salido del todo, así que regresé a mi natal Oz de vacaciones, pero me encantaría volver y que todos los barceloneses me teman al verme regresar.-

-¡Genial!, acompáñanos tipo y así- exclamó jubilosamente Dorothy. –Esperemos que traigas coche o que conozcas un camino mas rápido para llegar al palacio… ¿cómo te llamas, a todo esto?-

-Me llamo Karla Salinas, pero todos me dicen la leona cobarde. Y no, no traigo coche ni hay ninguna manera de llegar al palacio que no sea siguiendo éste camino amarillo.-

Habiendo acordado ser compañía uno del otro hasta llegar a Ciudad esmeralda, se tomaron de la mano los tres y partieron alegremente brincando y cantando por la vereda “If you seek Amy”, “Poker face”, “Love today” y otras rolitas pegajosas.

viernes, 17 de abril de 2009

Capítulo UNO (El mago de Oz 1)

SeGuNdA TeMpOrAdA

Al fin, la ya esperada segunda temporada ha llegado, con nuevos personajes y todo. Como era prometido en el mismísimo mes del niño.

Capítulo UNO (El mago de Oz 1)

Dorothy y Toto son grandes amigos desde hace años. En su tierra son mejor conocidos como Ricardo Alchalel y Marcos Aldana, respectivamente, pero a mí me resultan extraños esos nombres.

Dorothy creció en el fértil campo y en las verdes praderas de la capital mexicana. En las mañanas respira por la ventana de su alcoba el fresco aire de su tierra casi gobernada por López Obrador. Mas tarde, si tiene tiempo, corre alegremente por su granja de Interlomas mientras sale el sol tipo y así.

Sus tíos Charly Ramírez y Jerry Lomelí están preocupados, pues han notado en Dorothy un extraño comportamiento, y están seguros de que no es normal que se la pase platicando con su mascota Toto o con sus espejos a los que llama Facebook y Messenger. Quieren llevarla a la gran ciudad, Nueva York, para que sea vista por algunos especialistas en homosexualidá y otras monerías. Han leído en éste mismo blog que solamente allá se curan los males que resultan intratables en el tercer mundo pésimo y decadente.

Toto siempre ha querido salir de los impíos campos del valle de México, pero no ha encontrado excusa ni valor para aventurarse a conocer las misteriosas tierras norestenses de su propia patria.

Dorothy, quien mantuvo una relación de varios años con Pinocho (hasta antes de que se volviera un “niño” de verdad), ha recordado los poderes del hada de la estrella que mas brilla. Por tratar de hacerle un favor a su fiel amigo, y ayudarlo a hacer su sueño realidad, ésta noche Dorothy se ha preparado con hartos vodkas para interceptar el primer destello de la estrella y pedirle un deseo, que los mande en un viaje all inclusive a la Ciudad de las Montañas. Bebe y bebe sus vodka tonics aguardando a que haga su aparición el astro, y cuando al fin esto sucede, eleva su femenina voz diciendo: Estrellita, estrellita… dime ¿quién es de éste reino la más bonita?

Una vez mas, las rubias ebrias y tontas lo arruinaron todo… se equivocó de línea. Por tal motivo, en la mañana Toto casi muerde rabioso a Dorothy, mientras ésta perseguía a su gallinita de 18 años que conoció en la granja llamada Made.

Triste y casi sin consuelo, Toto entra en la cabaña siendo perseguido por Dorothy, mientras sus tíos habían salido a la ciudad de los rascacielos en busca de ayuda para su perdida sobrina. Justo en la sala de la choza campirana, sostienen una intensa discusión por lo ocurrido la noche anterior, cuando de la nada un extraño ruido comienza a sonar a lo lejos.

Las puertas comienzan a azotarse con las fuertes ráfagas de viento que se cuelan por todos lados. Pensarían que se trata del lobo feroz intentando tirar la cabaña, pero hace varios años que Dorothy y Toto dejaron de ser unos cochinitos para convertirse en unas esculturales criaturas. El estridor se aproxima, las puertas se azotan más fuerte, y una inmensa y densa nube de polvo comienza a infiltrarse por las tejas del techo. Con la poca visibilidad y el intenso rugir de la madera de la casa entera que se encuentra siendo golpeada por un tornado, se echan al piso y se abrazan fuertemente, rezando en voz alta para tratar de enmudecer, sin éxito, al sistema de alarma de la humilde, pero cálida vivienda.

¡CRASH! De pronto un fuerte golpe termina con la agitación espiral que revolvía los estómagos vacíos de alimento pero llenos de licor de ambos campesinos. Extrañados, sin saber que ha ocurrido, se asoman por la ventana para tratar de entender lo que ha pasado.

¡Vaya sorpresa!. Un paisaje completamente distinto: Palmeras y mas palmeras por todos lados, grandes y poderosas montañas en todo el horizonte, viento cálido y húmedo, y allá a lo lejos, las luces de una gran ciudad, con columnas de hierro y una gran faro anaranjado con un láser verde que ilumina toda aquella urbe. Wow, pareciera que es la tierra que Toto siempre ha soñado conocer, así que olvidando el enojo con Dorothy, sale de la choza para echar un vistazo.



Por salir corriendo a deleitarse con el delicioso viento tropical, no se ha percatado de un obstáculo en la entrada de la casa y tropieza con él. Descubre posteriormente que el obstáculo es mas bien un par de zapatos Valentino, de esos que le encantan a la tía de Dorothy (Charly) y lo que es más, esos zapatos son calzados por alguien que ahora se encuentra sin vida bajo la recién “aparcada” casa Interlomense.

Mientras recupera el aliento y la campesina de su amiga sale del jacal en el que viajó hasta tierras norteñas, unas cuantas risillas se comienzan a escuchar entre los matorrales. Sin saber aún de que se trata, los amigos se abrazan para tratar de mitigar el miedo. Ponen un poco mas de atención y descubren que esas vocecillas hablan el mismo idioma que ellos y que se preguntan entre sí, quienes son los recién llegados.

Pero antes de intentar establecer cualquier diálogo con las criaturas, prefieren subirse en la primer suburban que pasa por el lugar e irse de ahí, después de todo, no les interesa conocer a los dueños de esas vocecillas tras los matorrales, ni que fuera en Envy.

Pero como el curso de la historia ya estaba escrito desde hace aproximadamente 100 años, así que la bruja blanca del norte hace aparición en su camino y los baja del taxi, tratando de reencursar la trama.

-¿Están locos?- les gritó con su típico acento norteño. –Ustedes debieron presentarse con los mozos del aeropuerto Mariano Escobedo, quienes estaban muy contentos y agradecidos con ustedes por haber aplastado a morir a la bruja del sur-. Todos saben que la bruja del sur tiene nombre propio, pero es INPRONUNCIABLE.

Dorothy y Toto se quedaron ahora si que speechless, permitiendo que la bruja neoleonesa, que se hacía llamar Dan Alanís, les explicara con lujo de detalle el origen de la tierra que ahora pisaban. Pero al no encontrar lógica en las palabras de la exalcohólica bruja, la interrumpen preguntándole por la manera de llegar de vuelta a su casa.

-Ash, ¡tan a destiempo¡- gritó la bruja buena, -usad éstas zapatillas rojas de Valentino que le he quitado a la malvada bruja del Sur e id en busca del mago de Oz, él sabrá ayudarlos a regresar al De Efe y todo eso-.


-¿Ppppeeeerooo cóooommoooo???- preguntó Toto.

-Es muy fácil. Léanse ésta guía roji, no hay pierde-, respondió Dan nuevamente con un amigable tono de voz. – Sigan éste camino amarillo que los Ozeños han llamado Avenida Miguel Alemán y Boulevard Constitución, hasta que lleguen a la ciudad Esmeralda-. La bruja hizo una breve pausa, como recordando las muchas cosas emocionantes que ahí han pasado, están pasando y pasarán. –Encontrarán ahí un palacio de acero con muchas torres de metal, ahí yace el gran mago de Oz y a él le preguntarán lo que quieran-.

Dorothy y Toto, quienes se encontraban aún entre crudos y ebrios, no habían terminado de metabolizar ni el alcohol previamente ingerido, ni la información dada por Dan, pero comoquiera necesitaban ir al baño, así k agarraron las zapatillas, sus guacales y se dispusieron a marchar cual Marías, con singular alegría, por la ictérica vereda polvienta de la Sultana del Norte, Oz.

-Váyanse con cuidado… y si por alguna razón se topan en su camino con la bruja de Occidente (cuyo nombre tampoco puede ser ya pronunciado), no le hagan caso, no los podrá dañar mientras porten las zapatillas rojas de marca and stuff- les gritó la bruja buena mientras se alejaban, pasando justo frente a la nave industrial donde trabaja la gran Nubia, otra bruja buena que no participa en ésta historia, sino en muchas otras.

¿Encontrarán los turistas provincianos la Ciudad Esmeralda y al mago de Oz?. ¿La bruja de occidente los encontrará a ellos primero y se los querrá chupar?. ¿Habrá en el HEB suficiente Vodka para saciar sus sedientas gargantas?. ¿Abrirá sus puertas La casa de Lola para recrear a los cansados forasteros?

Éstas y muchas otras preguntas serán respondidas en los próximos capítulos de MI SEGUNDA TEMPORADA…

viernes, 3 de abril de 2009

Receta para la vida

Hola, no diré mi nombre por motivos de seguridad... Tengo 27 años y últimamente me había sentido muy agobiado por la vida. Sentía que la vida era muy pesada, que todo era muy difícil, que nada tenía sentido...

Fué entonces cuando me armé de valor y decidí que iría con Doctorcito Corazón a platicarle mis pesares, y fué él quien me comprendió y me curó. No podía creer que con una receta tan sencilla mi vida cambiara tan importantemente. Hoy me siento mejor, hoy me siento nuevo y diferente. Todo lo que necesitaba era seguir al pie de la letra los consejos del Doc.

Yo recomiendo ampliamente la terapia con él, así como tambien respaldo la receta que me ha otorgado y se las comparto con uds... saludos!!!


1.- Cotorreo juvenil (actitud de soltero sin compromiso)
Cuanta dosis sea necesaria para saciar el hambre y sed de prójimo

2.- Peda con amigos
Una o dos veces por semana. No exceder la dosis recomendada. No mezclar con algún remanente de momento depresivo

3.- Socialité
Tomarla con medida. Como no es propiamente un medicamento, sino una droga, ésta produce tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia. (Es muy buena si no te excedes)

4.- Chicos sensuales y tropicales
Uno por noche una o dos veces por semana al menos. No contienen propiedades antioxidantes, así que mientras se consuman debe usted de mantener una dieta balanceada.

5.- Viajes de placer
Tomar uno cada vez que sea posible. El resto de la receta podrá seguir llevándose a cabo simultaneamente comoquiera.

6.- Cita en dos semanas
Acudir para revaloración de la evolución del padecimiento. Se harán reajuste de dosis y se añadirán o retirarán de la receta algunas cosas según sea necesario.

Doctorcito Corazón

miércoles, 1 de abril de 2009

Últimas 2 escenas (The end)

Escena 12


El sueño de Marco es tranquilo y profundo. Recuerda mientras duerme que en el último día del congreso, justo antes de la clausura, un hombre de unos 50 años, alto, cano y de ojos azules se le había acercado para preguntarle que si conocía el Texas Children's Hospital y su unidad de neonatología; viendo el interés del regio, el estadounidense le dio su tarjeta de presentación para que se contactara con él. Existía la posibilidad de que durante su último año de especialidad tomara una rotación de un mes en el extranjero. Hacía no mucho, ese mes de rotación lo había planeado para tomarlo en el Centro Médico de Occidente, para pasar un mes de feliz convivencia con su entonces novio e ir preparando terreno para dentro de no mucho dejar todo en Monterrey y mudarse a Guadalajara. Pero el destino del regio no era ese, quizá Jorge y Lily, sus amigos de toda la vida, necesiten tenerlo de huésped en Houston.

Suena el teléfono, ésta vez no era Sonia, es Saúl. Indignado por el mensaje recibido durante la madrugada, decidió llamarle para preguntar por el motivo de tal atrevimiento. El regio suponía por muchas razones que el tapatío andaba también de fiesta; pero no tenía caso explicarle el por que de su suposición, después de todo, no le interesaba a Saúl entenderlo ni a Marco explicarlo. No hay motivos para prolongar la charla más vacía que han sostenido desde la noche en que se conocieron, solo resta decir adiós.


Ese domingo 8 de Febrero del 2009 a las 12:47 terminan la llamada despidiéndose por última vez; a diferencia de la primera vez que lo hicieron, ésta vez Saúl no derrama ninguna lágrima. Tres minutos mas tarde Mr Lomelí y María Ramos ordenan dos gorditas de chicharrón en salsa verde, una de barbacoa, una de mole y 5 tacos en tortilla de maíz de guisos surtidos cada uno, acompañándolo todo con una coca light bien fría. A las 14:09 Saúl deja a María en su casa y maneja rumbo a la suya; pasando a unos cuantos metros de donde yace su exnovio, piensa en los muchos sueños que tiene por alcanzar y lo mucho que le costará hacerlos realidad. Su mente y su corazón están tan llenos de esos pensamientos, por lo que es imposible que entre algo más. Sus fuerzas están tan concentradas en ello, que seguramente muy pronto conseguirá su objetivo y será nuevamente otro habitante más de Nueva York, la verdadera capital del mundo.


Estaciona su coche, sube las escaleras hasta su departamento ubicado en Prados Providencia. Se sirve agua en la cocina donde Marco solía cocinar cada vez que llegaba a visitarlo, y en donde preparaba bebidas para todos sus invitados cuando había reunión. Con el vaso en la mano llega a su recámara a las 14:36 y contempla por la única ventana de ahí, una Guadalajara fría y seca; una Guadalajara llena de gente que no sabe hacer bien su trabajo o es despedida si lo hace bien; una Guadalajara llena de gente que cree en Dios a pesar de que Él solo es fruto de un intento la iglesia para manipular a las masas a su antojo; una Guadalajara donde impera el desorden, la falta de iniciativa, la carencia de creatividad; una Guadalajara que resultaba un molde demasiado pequeño para semejante titán, tal como se lo habían dicho varias brujas y las barajas del tarot; una Guadalajara cuyo perene aroma a tierra mojada resulta un perfecto repelente contra buenas intenciones para cualquiera que lo inhale. Contempla la atmósfera podrida de la ciudad que lo vio nacer y que se lo dio todo, excepto la felicidad.


Asqueado por todo ello, decide mejor cerrar la cortina, para hacerle un último favor a sus paisanos y a los turistas al no permitir que el frío que proviene desde lo mas profundo de su ser, contamine la ciudad más mediocre del hemisferio norte, y quizá de todo el globo terráqueo. Se recuesta a las 14:39 y enciende el televisor solo para descubrir en las noticias que no solo su ciudad es pésima, sino también el resto del planeta, exceptuando Nueva York, porque ahí los pilotos tienen habilidades fantásticas que les permiten aterrizar aviones sobre el río Hudson, donde reside la casa de bolsa más importante del mundo, donde las princesas de los cuentos de hadas y sus respectivos príncipes cobran vida al salir de una alcantarilla de Big Apple, donde los animales del zoológico se escapan en busca de su natal Madagascar, donde una araña radioactiva puede picar a un adolescente e inyectarle su veneno y convertirlo en un superhéroe, donde 4 tortugas adolescentes mutaron y se hicieron ninjas, donde la máxima guardiana de la moda aún es la editora de la revista más importante en su género sobre la faz de la tierra y sigue en busca de una suplente de asistente personal…


A las 15:00 decide apagar la tele y encender su Mac, tiene la firme intención de escribirle un correo al Dr. Ibarra para contarle muchas cosas que no le supo explicar unas noches atrás, pero se ha concentrado tanto en el asunto neoyorkino y en la búsqueda de retomar su nacionalidad estadounidense a costa de lo que sea, que ya las ha olvidado, así que mejor decide apagarla para poder seguir enojándose con el mundo sin ser interrumpido, cubriéndose de pies a cabeza con un par de gruesas frazadas para tratar de mitigar el invernal aire helado que se arremolina bajo su cama.


María, en cambio, llegó a su departamento que se encuentra a media distancia entre el de la Dra. Garza y el del Lic. Lomelí. Ella entra en su recámara sin percatarse de la hora que es. Se recuesta, pues es cansado caminar al lado de un amigo como el suyo, y descubre que sus pies están helados y tensos; supone que se trata de que caminó mucho, aunque en el fondo, ella sabe que solo caminaron en el tianguis unas cuantas cuadras. Se resiste a creer que caminar al lado de ese hombre, le confiera peso extra a su cuerpo. Se resiste a creer que sus pies se congelaron por su sola presencia. Incluso recuerda lo insípido de sus gorditas y tacos, pero tampoco acepta que sea culpa de él.


Lo único que en ese momento quisiera, es darse ella misma un masaje con un aceite aromático que compró hace unos meses para ese tipo de ocasiones, pero entonces recuerda con tristeza que ya no le pertenece, y lo que además no sabe, es que ni siquiera está donde supone. Ese aceite se encuentra en ese preciso momento en Monterrey. En una ocasión María se lo regaló a su amigo. Su amigo, quien vivía tenso por circunstancias del trabajo, se lo daba a su entonces novio para que le hiciera deliciosos y curativos masajes con él, y en el último de los viajes a la sultana del norte, lo dejó olvidado. La promesa era que el regio lo traería consigo en la siguiente visita, pero ésta nunca llegó, así que el aceite de nacionalidad tapatía fue adoptado por el regio.


María, quien sigue sin saber la hora, y sin importarle ya ni el dolor ni el frío en sus pies, decide tomar una siesta para no pensar y para no culpar a nadie de su malestar.


A las 14:30 Marco está en el sillón de la sala del apartamento en P. Neruda y Nueva Escocia. Por la ventana, donde de momento no hay franceses a la vista, contempla una Guadalajara cálida con un sol que brilla e ilumina a todos sus habitantes; una Guadalajara llena de lugares hermosos, creados por y para unos habitantes que tienen sed de cosas nuevas, diferentes y bonitas; una Guadalajara que promete y otorga mucho a aquellos hijos suyos que creen en ella; una Guadalajara que tiene un clima excepcional por su situación geográfica envidiable, que hace que cualquier árbol crezca demasiado.


A las 15:00 regresa a su computadora, dispuesto a escribirle un correo al joven Lomelí, con la finalidad de hacerle saber lo bien que se encontraba ahora y lo duro que había sido superar todas las pruebas, y aunque el perdón no pedido ha sido ya concedido, descubre que no tiene ninguna necesidad de interrumpir el viaje sin rumbo del tapatío a quien tanto quiso; ésta vez lo dejaría irse a la deriva en su nave en llamas, viéndolo alejarse desde la playa serena y tranquila en la que ahora se encontraba y que tanto esfuerzo le costó encontrar. Apaga su laptop y confabula telefónicamente con su nueva amiga Sonia su partida de la ciudad.



Escena 14



Con maleta en mano y acompañado de la Señorita Zomosa, se encuentra caminando por la terminal aérea de Guadalajara listo para documentar equipaje. Se despiden justo enfrente de aquel kiosco de revistas. Marco continúa caminando por el nuevo laberinto del aeropuerto recordando todo lo que ha ocurrido en su viaje. Se interrumpe el recuerdo al llegar a la sala 9, de donde saldrá su avión. Odia los domingos, son la antesala a los lunes, pero ésta vez solo lo odia porque está muy cansado y quisiera ya estar en su cama regia durmiendo.



El avión aterriza con 20 minutos de retraso en la sultana del norte a una temperatura de 20 grados. Dos viejos amigos, Roy e Ileana, son quienes ésta vez pasan por él y lo llevan a cenar para posteriormente llevarlo a casa.


Vaya viaje! Cuantas emociones! Como está muy cansado y ya se hace tarde, acuerda consigo mismo desempacar hasta el día siguiente. Mientras se desviste y se pone alguna pijama, algo en los portarretratos del buró junto a su cama le llama la atención; descubre, sin querer, que uno de ellos aún esconde bajo la foto de su amiga Gabriela Villarreal una foto de Saúl. No se alarma, no se asusta, no se entristece, solo confirma que aún se encuentra sacándolo de su vida, es un proceso y no un acto de magia instantánea, así que lo saca de ese portarretratos y lo guarda junto a otras fotos de él en el gran baúl de los recuerdos, en donde algún día seguramente muy lejano, lo volverá a encontrar y recordará cada uno de los capítulos de su vida en que lo tuvo de coprotagonista y todo estará bien.

Al fin concilia un sueño reparador, es el premio a todo el esfuerzo realizado en los últimos días, se lo tiene muy bien merecido. Al mismo tiempo, un joven capitalino que radica en Guadalajara derrocha el único talento con el que cuenta escribiendo sus fábulas de ensueño en su blog, consiguiendo con su imaginación vivir a través de la vida de los demás. Simultáneamente, su comadre, la Señorita “S” Limantur, hace vibrar nuevamente a su nuevo joven amante en su departamento en Brooklyn justo antes de ser interrumpidos por el psicópata Tigre de Santa Julia, mientras Miguel Rodarte bebe un delicioso y muy cargado Cosmos en el Kyo de Monterrey, Antonio Laguna y Caleb Torres ven su programa favorito antes de dormir en su nuevo departamento en la capital mexicana y Jesús Mario compra un café americano grande en el Seven Eleven de Pablo Cassals y Manuel Acuña y regresa a su departamento en donde una noche fresca de hace poco mas de medio año se conocieron el regio y el tapatío.


Así como el sol se puso para darle paso a la noche, también la luna le abrirá paso a la mañana muy pronto, para que regrese el sol a la vida de Marco. Aún siendo de noche en su vida, la luz (de la luna) jamás lo ha dejado, y la promesa de un nuevo sol naciente está en el aire, susurrándole en el oído, seduciéndolo y convenciéndolo de que siga participando con singular alegría en la siguiente temporada.

Escenas 10 y 11




Escena 10


No hay nada como una siesta reparadora. Nuevamente en el departamento en Providencia de la Dra. Garza de la Garza y Garza, Marco duerme plácidamente hasta que su sueño es abruptamente interrumpido por el teléfono. Ésta ocasión se asegura de estar vestido apropiadamente para poder salir al recibidor a contestar sin tener que apenarse si los vecinos extranjeros están nuevamente frente a su ventana. Sonia, una simpatiquísima amiga tapatía de Diana estaba al teléfono, sustituyendo en amabilidades a otros paisanos de ella, que en alguna época fueron más allegados al regio de lo que ahora ella lo es. Le preguntó al regio si todo estaba bien, si se le ofrecía algo, dispuesta a ayudarle en lo que fuera en ese momento o en los que le quedara de estancia. Éste tipo de actitudes son las que hacen que en esa ciudad haya un clima cálido por las tardes, porque sus habitantes después de cierta hora y antes de otra tienden a ser muy tiernos y serviciales. Le hizo una atenta invitación a algún lugar en Chapalita que es muy del estilo de Quique, la comadre de Saúl que le confirió a Marco en alguno de sus relatos fantásticos, cualidades psicópatas, suicidas y homicidas. Le sobran motivos para no querer ir a ese lugar. También le ha contactado con un amigo médico, y en cualquier momento andaría por ahí para llevarlo a tomar un café.

Otro lugareño simpático y trabajador, pleno con lo que hace y orgulloso de la tierra que pisa y que lo vio nacer, es quien ahora lleva al regio al mismo café donde unos días antes tuviera un encuentro con su ex. Durante su charla, se descubre que éste médico, sin querer, es amigo del ex de toda la vida Saúl. Los simbolismos comienzan a fastidiar al regio, ya obtuvo demasiados en éste viaje. Suenan las campanas del templo frente al café en el que se encontraban y entonces entiende que ya sabe a quien avisar de que todo el mensaje ha sido entendido y que no tienen que haber mas señales en el camino para entender el rumbo que ahora ha de ser tomado. Dios es otro gran amigo del regio, siempre ha estado ahí para él aún cuando no se lo pedía.



Escena 11

La gran noche ha llegado. Los sábados son de fiesta y más cuando se está de visita y/o tienes visita. Marco se ha arreglado para la ocasión, se ha puesto un disfraz que siempre solía usar y que le sienta muy bien, se ha caracterizado de un regio sensual, leal, bueno y divertido pero con aires de intelectual y a todo eso le ha agregado un gran accesorio, una sonrisa perfecta Oscar de la Renta. Carlitos pasa por él en compañía de otro amigo, ambos se disfrazaron de unos tapatíos simpáticos y buena gente, de buen gusto y también se pusieron su mejor sonrisa para la noche.Ha sido llevado con otros amigos a un lugar hermoso; siente celos de no tener en sus tierras un lugar así o como los otros que ha conocido y como aquellos que sabe que aún no conoce.

El pronunciado escote de su camisa y las plateadas cruces hipnóticas que cuelgan de su cuello han capturado la atención de algunos en el lugar; él se siente bien por ello, hacía mucho que no tenía y disfrutaba de ese tipo de circunstancias, sin embargo, lo único que quiere en ese momento, es que Rasso le traiga otra XX Ambar. El disfraz, la sonrisa, el porte y la actitud del foráneo llaman la atención no solo a los desconocidos; del otro lado del bar se encuentra sentado Mauricio. Aquel amigo que había pasado al aeropuerto unos días antes para recoger a un Marco apesadumbrado y con los ojos aún hinchados por el intento de llanto, ahora veía desfilar por la pasarela del “Link” a alguien completamente distinto. Que pequeña es Guadalajara!; sin querer se han topado en ese lugar y se ponen de acuerdo para continuar la fiesta en algún otro sitio.

Por costumbre, cada sábado por la noche que había pisado la perla de occidente, terminaba en un lugar llamado Black Cherry, siempre tomado de la mano de Saúl y escoltado por los amigos de aquél tapatío. Marco sentía un especial afecto por ese lugar, donde por vez primera besara a la persona que sin querer amaría más delante. Es uno de los lugares de los que antes de salir de su casa en Monterrey, sentía la necesidad de despedirse. Pero sus plegarias han sido escuchadas ya, las campanas de aquel templo no habían repicado sin un fin en específico, y su amigo totipotente le había concedido la gracia de no tener que encontrarse con más simbolismos para cerrar su círculo.

Todo apunta ahora hacia otra dirección. El lugar al que se dirigirán está en una Guadalajara que el regio no conocía.



Aún en el bar al aire libre, Marco se encuentra rodeado de tapatíos amables y sonrientes, sinceros y atentos. Él y su escote primaveral comienzan a resentir el descenso de la temperatura, pero lo que el regio no entiende es el porque de la caída de la temperatura si en ese momento los tapatíos andan de una muy buena actitud. ¿Será acaso que Saúl está a la vuelta?. Ésta vez se conformará sin respuesta a sus dudas y seguirá disfrutando de la noche, haga el clima que haga.

Una gran velada, rodeado de gente linda y simpática. La presencia de la doble de Gloria Trevi reveló a todos en el lugar que había otro regio en el lugar.


Una fuerte ráfaga de aire helado se cuela nuevamente a través de la camisa del regio y esto produce nuevamente la duda en él.

Con el calor de las copas las mentes pueden confundirse, y la confusión puede llevar a la gente a cometer actos inapropiados. Con la idea de que quizá su exnovio estuviera en el mismo bar, motivo por el cual la temperatura seguía bajando, el regio le manda un mensaje de texto preguntándole su ubicación, mas no obtiene respuesta.

Se hace tarde, hay que regresar a casa. Ahora es Mauricio quien lo lleva a Providencia. Se despiden, pero no para siempre, hay que recordar lo de los lazos que crea el destino con algunas personas. Hay que dormir.

lunes, 30 de marzo de 2009

Escenas 6-9

Escena 6

La fría madrugada es muy joven aún cuando el despertador en el departamento de Diana comienza a sonar, sin embargo los regios se encuentran teniendo plácidos sueños y les impide reaccionar a uno o a otro de inmediato. En el proceso, Marco tiene entre sueños un retroceso del tiempo, 10 años atrás, en algún momento en la carrera que Dianita y él emprendieron al mismo tiempo; recordó lo inseparables que eran, casi como mellizos. Recordó risas, bromas, lecciones, estudio, regaños, todos esos años pasaron rápidamente en el sueño justo antes de estirar la mano para apagar el despertador e ir a anunciarle a Diana que el taxi que la llevaría al aeropuerto está por llegar.

Diana llegó a vivir a Guadalajara casi por sugerencia de su amigo Marco, quien de alguna manera le había contactado con el hospital que a ella le encantara para hacer su especialidad casi 4 años atrás. Al principio él se sintió tan culpable de ver partir de su lado a su amiga entrañable, pero poco a poco fue comprendiendo que su sugerencia había sido solamente fruto de un mandato del destino, pues la joven Garza tenía que conocer al amor de su vida en éstas tierras, donde el viento sopla con distintas temperaturas según los ánimos de los lugareños. Él no es tapatío, ni siquiera es mexicano, pero su destino también lo trajo a éstas tierras donde cualquier semilla eclosiona y da grandes arbustos, todo con el fin de que conociera a la regia y conquistarla y ser conquistado.

Ahora él no está aquí y ella ha de ir a su alcance, pues el destino así lo había indicado desde antes que se conocieran. Una vez mas, Marco recuerda que las cosas suceden por algo, cuando se requiere que sucedan, pues la vida en sí es energía en movimiento.

Una vez lista, Marco le ayuda a bajar las maletas por las escaleras, las sube al taxi, y con un abrazo nuevamente se despiden y por última vez en esa inmensa ciudad, para cada uno seguir con sus propias vidas lejos de ella, en ciudades diferentes, con la esperanza de que la vida algún día les permita volverse a ver y abrazar, pero a sabiendas de que aunque estén lejos uno del otro, siempre estarán conectados; el destino forja en los humanos lazos inquebrantables en algunas ocasiones. Se cierra el círculo.

Un hasta pronto breve y Marco vuelve a la cama para intentar dormir un poco más, mas tarde tendrá que regresar a la exposición a seguir con la empresa que lo trajo a la capital de Jalisco una vez más. Lo que le impide dormir rápidamente no es la falta de sueño, ni el gélido aire que sopla afuera, sino la extraña sensación de que seguirán ocurriendo cosas importantes en lo que le queda de estancia por esos lugares.



Escena 7

Por error de programación del despertador se levanta tarde, así que rápidamente corre a la regadera y se ducha; mientras se cambia timbra el teléfono, tiene que correr a la estancia a contestarlo. No alcanza a llegar, pero lo que mas le agobia ahora es descubrir que por la ventana de la estancia, lo saludan los franceses a quienes había saludado en la parada del colectivo la noche anterior. Deseó ser tragado por la tierra o raptado por los extraterrestres en ese momento; ¿por qué no recordó que su ventana y la de los vecinos extranjeros están de frente?. De haber sido así, no hubiese corrido al teléfono en pura ropa interior.

Con el sol brillando en el cielo tapatío, Marco corre hacia la expo. Llega justo a tiempo para escuchar unas cuantas pláticas que le interesaban mucho, para presentar su cartel y posteriormente pasar a comer al Hilton, cortesía de algún nuevo laboratorio.


La comida deliciosa, la sobremesa de lujo, el vino tinto también, pero la atmósfera de tranquilidad de repente se vio interrumpida por un estriduloso trompetazo seguido de violines y voces varoniles: un mariachi!. Que curiosos vestuarios, pero que bien se ven. En mejor momento no pudieron haber aparecido, pues le hicieron recordar al regio que en ninguna de sus visitas anteriores le había tocado escuchar a alguno, y en ésta ocasión, Guadalajara se despedía a su manera del amigo norteño. Marco sonríe, con algo de nostalgia y nuevas emociones, después de todo se da cuenta que esa ciudad lo ha tratado como rey en cada uno de sus viajes, y si bien tal cual se lo decía su exnovio al oído, ahora las trompetas y cuerdas de aquel mariachi se lo estaban recordando.


Afuera 26 grados Celsius, Marco comienza a sospechar que los tapatíos no tienen nada k ver con los cambios de temperatura. Y mas vale que así sea, porque ésta noche comienza el fin de semana. Él se encuentra con todas las intenciones de salir a divertirse, pues no se encerrará para no recordar antiguas rutas que lo llevaban a lugares de mucha diversión, ahora da igual. Aún y cuando Saúl estuviera justo enfrente de él, ya no causaría las mismas emociones que antes. Él está listo para la ciudad ésta noche, pero, la ciudad lo está para él?. Quizá los franceses, que ya lo conocen en ropa interior, se encuentren en su camino; quizá los coreanos, quizá más tapatíos, quizá algunos otros regios k radican aquí o que andan de visita.






Escena 8


El futbol jamás ha sido de su completo agrado, ese es el motivo por el que no se ha unido al grupo de neonatologos regios que irán al estadio llevados por otro laboratorio ese mismo viernes por la noche; se trata del partido Monterrey - Guadalajara, lo cual le da exactamente lo mismo.En distintos puntos de la ciudad, pero simultáneamente, Lety Díaz yace dormida en la habitación de su amiga, Marisela Pérez da un paseo por Tlaquepaque, los neonatologos regios beben cervezas en el estadio, los jugadores del Monterrey y del Guadalajara salen a la cancha para el encuentro y Marco se arregla para salir de paseo.

Carlitos, otro de sus amigos tapatíos, es quien pasa por él para salir a algún bar, no sin antes tener una amena charla, esperando a que sea un poco mas tarde.
Carlos irá a Europa y pide al regio algunas opiniones respecto a los lugares que debería visitar; de repente, llega un mensaje de texto al celular de Marco. Se trata de una noticia importantísima: Los rayados le ha ganado a Tecos!. Obvio es que los neonatologos, quienes saben de la poca emoción que a Marco le despierta el futbol, tienen un poder sobrenatural muy fuerte para adivinar que tenían que mandarle ese mensaje para recordarle que cualquier asunto regio que tuviera pendiente con Guadalajara, ha sido superado.

Noche de Fiesta en el Circus. Nada realmente importante puede acontecer ahí, de manera que las horas pasan y es tiempo de regresar a casa. Pero la noche tiene algún otro simbolismo guardado bajo la manga. Los amigos, quienes salieron de aquel lugar con hambre, acuerdan ir a cenar antes de llegar a casa. ¿A dónde llevaría el tapatío al regio a cenar?, ¿acaso al mismo lugar donde su ex lo llevaba cada que salían de fiesta?. Si, exacto, no podía ser de otra manera, y es que el viento frío que nuevamente se siente por la madrugada, explica que todos los tapatíos son iguales y terminan actuando y pensando igual y terminan yendo a los mismos lugares. Aún así, no tiene nada de que quejarse, pues bajo las circunstancias que sean, ese lugar es muy rico y la verdad de las cosas es que siempre que había sido llevado ahí, había sido con las mejores intenciones de saciar el hambre que al visitante suele darle por las madrugadas de fiesta, y ésta no era la excepción, solo que el tapatío amable de ésta noche llevaba otro nombre. La cena supo a gloria como siempre, pero ya es tarde y hay que irse a dormir, pues Marco aún tiene pendientes en el congreso por la mañana.




Escena 9

Un despertar tranquilo en una mañana nada fría. Es sábado de congreso, de premiación, de clausura, de hasta prontos.

Algunos apellidos que llenaron las inmensas salas del centro de convenciones ya no se escuchan: Iruegas, Pérez, Ugalde, Hernández y Castillo ya se han regresado a Monterrey, y en el transcurso del día todos los demás. De los regios, solo Díaz e Ibarra están presentes en la ceremonia de premiación. Ambos presentaron cartel, ambos tenían asuntos pendientes y círculos personales que cerrar en Guadalajara, ambos ignoraron a aquellos seres queridos que se oponían a su viaje a la perla. Pero sin ponerse de acuerdo, en Monterrey llenaron sus maletas de coraje y determinación para concluir de una buena vez aquello para lo que todas sus vidas se habían estado preparando.

Ni Marco Ibarra ni Lety Díaz fueron llamados al frente para recibir un diploma de primer o segundo lugar o alguna beca para un congreso internacional, sin embargo, esa mediodía recibieron un trofeo y un reconocimiento por su entereza, por su fuerza, por su valentía y por su resistencia al poder respirar durante todos esos días el mismo aire que el que respiraban aquellos que un día fueron el amor de sus vidas y que ahora solo son sombras de un pasado bien vivido. Al parecer, el comité de premiación del evento sabía perfectamente la ambigüedad de la presencia de ambos en ese congreso. El fuerte aplauso de todos los congresistas a los dos ilustres residentes de neonatología de Monterrey, han hecho vibrar los corazones de ambos, y eso es bueno, porque no ha pasado mucho tiempo de cuando ninguno de los dos creyera que tendrían mas corazón. En la enorme sala la ovación es absoluta.
Ahora si, Díaz e Ibarra podrán regresar a casa con trofeo en mano, orgullosos como siempre lo han estado de si mismos; que pena que por un tiempo hayan olvidado lo mucho que valían. Ambos podrán regresar con las mismas maletas con las que vinieron, pero con la seguridad de que ese peso que Marco sentía de más en su maleta al llegar a Guadalajara, ya no estará presente a su regreso. El destino les había puesto un sobrepeso por alguna razón, pero habiendo hecho de las suyas, ya lo habría quitado.



El congreso ha sido clausurado, mientras en alguna sala contigua se inauguran EXPO TU BODA y BECATON 2009. Miles de jóvenes estudiantes y futuros matrimonios han llegado hasta aquí con un brillo en sus ojos que solo la ilusión brinda, ese brillo del que carecían las pupilas de Saúl la última vez que Marco lo vio. El tapatío no quería que se notara y quizá esa haya sido la razón por la que evadía mirarlo fijamente a los ojos.

Es hora de comer, así que Lety y Marco se van a algún lugar típico a ingerir algún platillo coquetón con lo que celebran su triunfo para posteriormente despedirse temporalmente, se reencontrarán pronto en la siempre cálida Ciudad de las montañas, donde la gente le sonríe a la gente, a los animales y a las cosas, donde los cerros otorgan fuerza y empuje a sus habitantes con su sola presencia, donde los árboles no crecen mucho para no ocultarles demasiado el sol a sus habitantes.