martes, 29 de septiembre de 2009

Capítulo 11 "Adiós al Encanto Tóxico"

"AdiÓs aL EnCaNtO TóXiCo"


El conjuro lanzado sobre Lady Di e Hiram De la Costa ha surtido efecto, y el Doctorcito Corazón, quien realizó el hechizo, estuvo presente en las ceremonias religiosa y civil. Posterior a ello, se irán al lejano reino del Caribe, donde el recién formado matrimonio boricuo-regiomontano, buscará reinar sobre sus propias vidas para el resto de la eternidad.


Quizá pasen muchas lunas nuevas, antes de que la Princesa de Regiolandia y el Doctorcito Corazón vuelvan a darse un abrazo, pero mientras eso sucede, la revolución sigue en pie.

Después de que concluyó la tregua otorgada por el Capitán, en honor a las nupcias reales, se ha desatado nuevamente en su interior ese movimiento revolucionario libre de magia que había comenzado meses atrás.

El repique de las campanas, emitido por un falso alarmante, en realidad produjo lo que era inevitable que ocurriera en estos tiempos de cambio. Se levantaron en armas las previamente reprimidas fuerzas carnales, alimentadas por la convencionalidad, la sed de libertad y el deseo.

El Encanto Tóxico, quien había gobernado monárquicamente todo ese tiempo, se había convertido ahora en el enemigo. Durante su dominio absoluto, mantuvo al Doctorcito Corazón en una "Paz Porfiriana", brindandole mucha prosperidad y crecimiento solo a algunos, pero manteniendo totalmente inutilizados y en vías de atrofia a otros. Durante casi 28 años, el Encanto Tóxico hipnotizó a bastantes, haciendoles creer que la vida es toda dulzura y suavidad. Durante casi 28 años mantuvo presos en un calabozo a quienes considerara sus antagonistas, y que hoy en día son quienes se levantan en su contra.

El primer ataque verdadero en contra del Imperio, se dió a principios de año, cuando el Capitán y la Capitanaza finalizaron su alianza de manera definitiva. La Capitanaza huyó a tierras lejanas y las múltiples reacciones de Enojo, Tristeza, Angustia y Desesperación del Capitán, le despertaron las ideas que se convirtieron en lo que ahora es el estandarte del movimiento anárquico.
Este primer golpe debilitó importantemente al Sistema, pero el segundo golpe, fué el que al final desató como reacción en cadena el resto:
Una Juana de Arco, que se dejara fotografiar "accidentalmente" con Doctorcito Corazón, intentó salvar los principios, la moral, la lógica, la sobriedad y la "justicia" con las que el Reino Mágico profesaba. Movilizó todas las tropas a luchar en contra del movimiento insurgente. Pero el Delfín, quien tenía intereses propios, la traicionó y ella terminó quemada en la hoguera sin pena, sin gloria y sin inspirar a nadie, pues el mundo ya había visto en la pantalla grande una versión similar interpretada pésimamente por Mila Jovovich. Así, quedándose sin una líder-profeta, las encantadoras fuerzas del bien excesivo, quedaron completamente debilitadas.

A partir de ese momento, múltiples batallas se desataron, y la carnalidad, la practicidad y la espontaneidad hicieron de las suyas. Más de 15 conquistas en aproximadamente 3 meses de lucha, ganadas batalla tras batalla. Pero la Guerra no ha sido ganada aún.

Al borde de la derrota, el Encanto Tóxico no tiene muchas opciones, si quiere subsistir, tendrá que rendirse ante las exigencias del emergente movimiento: o llega a un acuerdo con ellos, o desaparece del mapa... y la tregua por el casorio mágico le ha servido para hacer uso de todo su potencial analítico para esclarecer su final desición.

Mientras se decide a dar el paso final, pierde una batalla más este fin de semana. El despampanante tamaño colosal de aquel caballo de madera, traído desde las serenas tierras de Sinaloa como símbolo de Paz, engañó a las tropas imperiales y logró inmiscuirse en El Sistema dando un falso buen augurio a todos. Al día siguiente se descubrió el engaño, e Ingenuidad, la última gran capital, fué arrazada y ahora se desmoralizan los pocos simpatizantes que quedan y los aliados restantes flaquean ante el nuevo dominio que se avecina, un dominio bárbaro e irracional.

Es en esos momentos difíciles, en los que la rendición parece la mejor alternativa. Pero la adrenalina no solo acelera la frecuencia cardiaca, sino que agiliza los procesos intelectuales; de modo que, en medio de las tinieblas en las que estaba ahora sumergido el ya casi inexistente Palacio Encantador, surge un rayo de sabiduría con la respuesta a todas las dudas. "La propuesta" de Paz es plasmada en papel. Toda la verdad, proveniente del conocimiento Encantadoramente Tóxico estaba ahora vertido en un insignificante trozo de papel, listo para ser compartido con el enemigo. Sin embargo, Mercurio, exmensajero del imperio, ahora sirve a las tropas contrarias, entonces no hay con quien enviar el mensaje.

A muy poca distancia de ahí, el Capitán, aún más endurecido por el suceso del regalo de Culiacán, yace en una colina de Ingenuidad, la última gran capital en caer gracias al gigantezco equino. Su mirada se posa en el horizonte, donde aprecia que solo siguen en pie las urbes de Caridad y Esperanza, casi evacuadas en su totalidad. Se regocija primero de todos los logros obtenidos, luego se enorgullece de si mismo al ver superadas casi todas sus metas. Finalmente se estremece álgidamente al ver toda la destrucción que ha provocado en aras de derrocar al supuesto villano, y comienza a echar de menos a esos excesivos buenos modales, elegancia, sonrisa perfecta, porte imperial, buen gusto, comportamiento angelical y cordura desmesurada que caracterizaban, entre otras monerías, al reinado del Encanto Tóxico.

Si las tropas pudieran leer lo que en el papel de "La Propuesta" está escrito, quizá no tendrían que deshacerse de su archienemigo. Si lo pudieran leer, comprenderían que uno no es el enemigo del otro, sino que solamente son opuestos, como dos polos que se rechazan pero que necesitan de si para mantener el orden. Si lo leyeran, recordarían que ambos son uno mismo y que al desaparecer alguno de los dos se generaría un verdadero caos. Es una verdadera lástima que todo eso llegue a su fin. Esperemos que El Capitán sin Capitanaza lea esas lineas y las entienda, pues la supervivencia e integridad del Doctorcito Corazón depende de ello.

Mientras tanto, las catapultas apuntan ya a las ciudades vecinas, y el ejército iracundo se aproxima a las amuralladas Caridad y Esperanza. El arsenal en su totalidad ha sido preparado para lograr la victoria casi absoluta en un ataque simultaneo. Destruídas las metrópolis hermanas, solo quedará por tomar el gran Palacio, solo quedará decirle "Adiós al Encanto Tóxico"...