Los conozco a todos. Los he visto nacer, los he visto crecer y los he visto morir. Los he visto vestirse y desvestirse. Conozco su sonrisa real y la que fingen. Conozco su doble moral y sus deseos mas carnales. Conozco su fé y su devoción, y les conozco cada uno de sus siete pecados, aún los que tratan de ocultar.
Los he visto enamorarse y desenamorarse. Los he visto caer y nunca levantarse. He escuchado sus carcajadas y su llanto. He sentido su desesperación, he olido su angustia, he probado su egoísmo, he oído sus autoderrotas previamente anunciadas, he contemplado sus habilidades para inspirarle lástima al prójimo.
Me saludan en el ascensor, me acompañan a comer. Bailan conmigo, beben lo mismo que yo. Muchos disfrutan también de las mismas cosas con las que yo gozo.
Muchos son seres queridos, muchos son seres indeseables.
Y me refiero a “ELLOS” sin incluirme, porque yo soy diferente. Sabiéndome leal y honesto, simpático, alegre y trabajador; conociéndome proactivo, sociable y humano, fuerte, tenas y quizá un poco obstinado; soñador y quizá un poco iluso; y para no rayar en la egolatría, dejaré de enlistar mas calificativos.
Lo siento, ELLOS tendrán que seguir su marcha por la vida y yo la mía. Ésta vez me cercioraré de no enrolarme con ninguno de ELLOS, para lo cual entiendo que la manera mas fácil de conseguirlo es marchando por la acera de enfrente.
Y pensar que toda esa filosofía tan profundísima me la compartío mi paisana Gloria Trevi en uno de sus grandes éxitos de los 90’s: Que caminen por ahí…. Yo por la acera de enfrente!!!
GRACIAS X COMPARTIR CONMIGO TUS PENSAMIENTOS Y VIVENCIAS, LEERÉ CON TRANQUILIDAD CADA UNA DE TUS LÍNEAS...
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